Coro
Adelante a la cima que guarda
la memoria de tanto inmortal,
dulce tierra que extiende sus brazos
de occidente a la pampa solar.
I
En su entraña hay jardines de hierro,
está el oro en el rubio aluvión,
parpadea la verde esmeralda
en la niebla del gris socavón.
II
Siempre han sido sus hombres primeros
en el bien, en la guerra, en la paz,
en el cielo no falta una estrella
en las alma siempre hay un cantar.
III
Aquel trae la eterna armonía
con el númen de Floréz y Ortíz,
es antorcha que opone a la muerte
alta valla de aurora sin fin.
IV
Otros vienen del aula fecunda
animados del genio creador,
a esculpir en el muro del tiempo
la esperanza de un mundo mejor.