Con exposición permanente del FICC, la Casa Eduardo Santos en Tunja abre sus puertas para visibilizar la riqueza cultural de las comunidades rurales.
Tunja, 7 de noviembre de 2024. UACP.En el centro histórico de Tunja, a una cuadra de la Pila del Mono y exactamente en la carrera 8 N.20-94, está lista para recibir a los visitantes la Casa Eduardo Santos, un lugar creado para exaltar las más bellas obras de cada provincia del departamento y resaltar los valores y el esfuerzo de quienes se entregan con pasión a la vida en el campo.
“Es un homenaje, en el marco del Festival Internacional de la Cultura Campesina, FICC, a aquellos que dejan el alma en sus territorios”, expresó Mireya Becerra, secretaria de Cultura y Patrimonio de Boyacá.
Juliana Campuzano, del área de Patrimonio y responsable del proceso, explicó que el espacio está organizado en tres salas temáticas: 'Vida Cotidiana', 'Vida Festival' y 'Vida Religiosa'. Cada sala ofrece una inmersión profunda en las tradiciones y costumbres que han dado forma a la identidad de los campesinos boyacenses.
Este proyecto busca entrelazar la memoria de los habitantes rurales de las distintas regiones del departamento, reconociendo su papel fundamental en la preservación de saberes ancestrales y en la transmisión de la cultura popular, al tiempo que se honra su trabajo y sus valiosas contribuciones al patrimonio colombiano.
La arquitecta Mónica Orduña, directora de Patrimonio del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, destacó que, “somos un territorio biocultural y debemos sentirnos orgullosos de ello”, resaltando al tiempo el reto de mantener viva la identidad de las regiones.
Con más de 15 años de experiencia en la gestión cultural y la protección del patrimonio colombiano, Orduña hizo énfasis en la importancia de proyectos como este para la salvaguarda de nuestra memoria colectiva.
Con esta iniciativa, la Casa Eduardo Santos estará abierta con exposición permanente hasta el 17 de noviembre y con muestras artesanales de las provincias del departamento, consolidándose así, como un espacio de reflexión sobre la importancia de la vida campesina, esencial para el desarrollo no solo de Boyacá, sino de Colombia.
Fin/ Comunicaciones FICC.